Me gusta escribir. Dejar que fluyan las palabras brillantes del idioma, rebuscar los sonidos suaves en la memoria, perseguir los adjetivos que se me escapan, a veces dar un tropezón con una imagen agazapada entre párrafos, atascarme en el ritmo vertiginoso de un instante, dar marcha atrás y repasar una por una las palabras hasta que enlazan y logran romper el cerrojo del baúl de las imágenes evocadas, y fantaseo con que al leerlas te impresione. Pero lo que de verdad me pone así es cuando lees nuestra historia para recuperar los tiempos que no vivimos.©
Guillermo Arnul Castillo Ruiz