La calma del tenso muro que los
separa es engañosa porque a sus dos lados se insinúa tormenta. Desde siempre,
esta frontera ha sido escenario de decisiones que han sido respondidas muchas
veces con acciones puntuales. Tras incontables lágrimas rodantes, ambos
bandos que crecieron viéndose como monstruos, descubrieron que son humanos. ©
21 de septiembre de 2013
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