19 de julio de 2014

JUEGO DE NIÑOS



Cuando la tripulación del Apolo 11 pisó la superficie lunar al sur del mar de la Tranquilidad; Michael Collins a cargo del "Columbia", permanece a la espera sobrevolando el satélite. Por su condición de piloto, es uno de los pocos humanos que no puede observar lo que sucede allá abajo. Entre tanto, Armstrong, un piloto ambicioso, aun temblando de la emoción de poner el pie por primera vez en la Luna, le dice a Aldrin que está harto de que Collins esté siempre ocioso, sin hacer otra cosa diferente a pilotear la nave.
 -Debemos apoderarnos de la nave –Dice el comandante de la misión.
-¿Y cómo lo haremos? –le pregunta Aldrin, apoyando a su jefe.
- Ya pensaré en algo para hacerlo bajar, no te preocupes.
-Oye, Collins, ¿te sientes muy solo cruzando la Luna? Cierro.
-Es una soledad atareada, nada más. Cierro.
-Deberías pensar en algo mejor, como acercarte un poco más y disfrutar del paisaje lunar. Cierro.
-La soledad también puede ser un pasatiempo. Cierro.
-Como gustes. No sabes de lo que te pierdes. Cierro.
 -No importa, no importa. Estoy igualmente contento.  Cierro.
-Solo te digo que estas dos piedras que encontré, podrían cambiar el curso de esta misión. Cierro.
-¡Mamá, mamá… Ven rápido, mi abuelito comenzó a tirar piedras en el vecindario por culpa de su demencia senil!©

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